Thursday, July 13, 2006

2nd Life


Esta mi segunda vida. Comienza con mi mano izquierda.
Siempre me gustó la idea de que iba a morir joven (bueno, lo de joven es un concepto muy ambiguo. Cuántas veces me acuerdo de mi madre, ¡ella, otra vez!, comentando la muerte de cualquier vecino, a sus sesentaitantos, mira tú qué joven morirse...). Como iba diciendo, al parecer tengo la línea de la vida bastante corta. Algo interesante, la verdad. Al parecer, si eres zurdo, te tienen que leer la mano izquierda. Yo no es que sea zurdo, pero es que todo lo hago con mi mano siniestra, desde cepillarme los dientes, hasta masturbarme, pasando por jugar al ping-pong y planchar la ropa, cosa que por cierto, detesto. Todo menos escribir.
Una teoría tengo: cuando era pequeñito, en edad todavía voluble e influenciable, Doña Almerinda, esa maestra legendaria que educó a todos los niños de mi pueblo, viendo que yo empezaba a utilizar mi mano izquierda, me obligó a usar la derecha. No olvidemos que en esa época en la que yo empezaba mis pinitos en el mundo literario, el fantasma de franco (con minúscula) todavía andaba en la memoria de todos y un zurdo no era muy bien visto en esa sociedad ultracatólica, cosas del diablo y stuff.
Debido a todo eso me autoproclamé ambidextro, una vez que supe el significado de esa palabreja, que, aunque no esdrújula, tiene cuatro sílabas y una equis (máxima puntuación en el escrable!!) y queda muy bien cuando conoces gente nueva (qué tal bien gracias qué haces yo estoy en el mundo de la informática y tú ah yo soy ambidextro). Ya más tarde aprendí que se podía deletrear de otra manera, cosa que me resultó de la mas adecuada para una característica de lo más "ambivalente". Bueno, hago uso de licencias como si fuera cualquier Mendicutti, qué cara que tengo.
A lo que iba, mi línea de la vida es demasiado corta. Teóricamente ya debería estar muerto, o casi, por la mirada que me echó mi amigo David el otro día en Santa Cruz (creo que comiendo en el Roma, lugar totalmente inapropiado para finalmente hacer cara a tu destino, aunque hacen una ensaladilla rusa estupenda...) al ver esa línea que se difuminaba y desaparecía a mitad de la palma. Mirada que me recordó a la de una pre-op Bibí Andersen (me dijeron que Bibiana nunca se operó del todo, pero no lo creo) cuando le leyó la mano a Antonio Banderas, ¿o fue al torero? vestida de pitonisa en Matador. No es que compare a David con una transexual, pero él me comprenderá (espero).

Pues es lo que yo decía: vida corta. Desde siempre lo he sabido, por eso siempre he sido un poco intrépido. Espero que Kavafis no se revuelva en su tumba si lo cito ahora (gracias V. por introducirme a este Genio, con mayúsculas, hace ya más de trece años):



A nada me até. Me abandoné por completo y avancé.

Hacia los goces que mitad reales,
mitad ingeniados en mi mente eran, avancé en la noche iluminada.
Y bebí un vino fuerte,
como sólo los audaces beben el placer.


2 comments:

I. said...

Nancy?

Ricardo Oveja Roja said...

vida corta y ambidextros buen título para otro blog... que sorpresa tu mensaje! por cierto he colocado un link en mi blog para el tuyo... alguien con un tanta sabiduría y con tanta facilidad para el castellano se merece, por supuesto, una conexión, link, desde mi blog. me ha encatado leerte y aunque sea asi, parece que estamos más cerca. Un beso desde barcelona, lástima que coincidimos tan poco!