Thursday, November 09, 2006

5th Life: The Frog and the Scorpion


Que conste que no es un plagio, pero el cuento me viene de perilla...

Una de mis películas favoritas es Las Amistades Peligrosas. Quizás porque Michelle Pfeiffer es la perfecta mártir que muere consumida por un amor prohibido, Glenn Close es la villana perfecta y tenía en esa época un "crush" con el John Malkovich. Aparte de la intriga y el casting de primera en esa época, allá por el '88, nunca me olvidaré de la fábula que la Marquesa de Merteuil le cuenta a Valmont:

Érase una vez una rana que estaba , digamos, tomando el sol, a la orilla de un río. Un escorpión se la encuentra. La ranita, asustada, salta al río. Pero el escorpión se acerca a la orilla y le dice: "Ranita, no tengas miedo, yo sólo quiero que alguien me ayude a cruzar el río". Pero la rana no era tonta y le respondió: "Pero Escorpión, si te subes a mis espaldas me vas a picar". Y él, que no era tonto tampoco, la dejó boquiabierta con un argumento que no podría refutar: "Pero es que yo no sé nadar; si te picara, yo me ahogaría. Sería una estupidez. Anda, sólo te pido que me ayudes a cruzar el río". La ranita se lo pensó de nuevo y entendió que el escorpión tenía toda la razón. Entonces ella accedió a subírselo a la grupa y dejarlo en la otra orilla. A mitad de camino, donde el río era más profundo el escorpión pica a la rana. El veneno, haciendo efecto muy rápido, sólo le permitió preguntarle, mientras moriá: "¡Escorpión, Escorpión! ¿Por qué me picaste? Ahora tú morirás también''. Y a él, mientras se ahogaba tan rapido como su veneno hacía efecto en la pobre ranita, sólo le dio tiempo de responderle: ''Es mi naturaleza. No puedo evitarlo''.

Desde entonces, la fábula me ha seguido y perseguido. La marquesa le comentó a Valmont que sólo hay dos tipos de personas: ranas y escorpiones. No pueden evitarlo. Y en castizo, que la cabra tira al monte.

Por razones personales del momento (que no ''razones familiares'', Isi sabes a lo que me refiero, I mean, lo de hablar sueco), esta fábula a vuelto a hacer su aparición. El hecho de ser rana o escorpión no cambia nunca. Los papeles no se intercambian en la siguiente función. Si eres una rana, no puedes evitarlo, seguirás toda tu vida al pie el cañón, esperando a que alguien te pida un lift. Y tú, sopesando la situación, accederás y terminarás con la espalda, digamos, que es una metáfora, llena de cicatrices, si tienes suerte y la picadura no es mortal. Pero, qué va, si sobrevives, venga otra vez al río.
Como escorpión, bueno, tampoco lo puedes evitar. Alguien te ofrece el lift cuando lo necesitas, y pase lo que pase tienes que joder tu chance también. Y si sobrevives, no vas a swimming lessons, no, para qué, siempre habrá alguien dispuesto a ayudarte a cruzar el río y al que llenar de cicatrices su espalda (metáfora again).

El que uno se autodefina en una de esas dos categorías es por hacerse el martir, either way. Yo supongo que la mayoría tira a considerarse más rana que escorpión. En estos momentos, yo soy la estúpida rana, que no aprendió en previas picaduras, una de ellas casi casi mortal, que escorpiones haberlos haylos hasta en paradas de guaguas. Y lo escribo así y me da horror el verlo plasmado en ''papel''. Pero es que NO PUEDO EVITARLO. Cada vez que paso una crisis (un sinónimo en inglés que me encanta es ''turning point'', un poco más positivo) yo soy la rana. Siempre he estado ahí para todas mis parejas, que a cambio me han dado todo lo que quería, probablemente la susodicha picadura.

¿Pero qué estoy diciendo? No estoy seguro, pero creo que fue en un libro de Antonio Gala en el que decía que cuando tenemos una pareja, amante y amado, el amante siempre sobrevivirá. Sólo tiene que encontrar a otra persona a la que ofrecer su amor. El amado, sin embargo necesita a alguien que lo ame para poder existir. Sin él, no es nadie.

¿Es todo esto cierto? ¿Es la vida así de simple? En momentos de lucidez me veo escribiendo tonterías. Tú eres feliz, pero estás descontento. Siempre me ha gustado jugar con los verbos ser/estar, especialmente desde que vivo en un país donde no existe esa diferencia, sutil a veces, pero perfecta. Esto me lleva a recordar una canción de alguien desconocida, pero que creo que ganó la OTI, si señores que hay más cosas que la Eurovisión, y España la ganó más veces. Por cierto, si alguien sabe, ¿todavía existe? ¡Qué desvarío! I beg your pardon, mi querido bloguero, pero esto es una brain storm! Pues, como decía hace quinientas palabras, esa chica, con un vozarrón tipo Nina, argentina, decía que ella había nacido sola, que a pesar de todo (era una canción triste, desamor y todo eso) ella no estaba sola, ella ''era'' sola. A ver cómo traduces eso, bloguero, al inglés.

Pues eso, aquí de mártir, que siempre queda mejor que ser el que dispara la flecha.


Pero, pensándolo mejor, a ver si encontramos un puente y cruzamos el río juntos, la rana saltito a saltito, el escorpión con una tirita en el aguijón.







Por si acaso.